La fianza permite a los profesionales protegerse en caso de imprevistos: daños, material no devuelto, retrasos, cancelaciones de última hora...
En el ámbito sanitario, también se puede solicitar una fianza para cubrir posibles gastos adicionales o garantizar la asistencia a una cita importante.
Este sistema evita conflictos y permite a ambas partes comprometerse con total confianza, sin necesidad de un pago inmediato.